“El
Festival de la Leyenda Vallenata es una poderosa fuerza cultural de
hondas raíces y de grandes proyecciones que no podrá dejarse perecer”.
Consuelo Araujonoguera
La
música vallenata germinó en buen terreno gracias al trabajo de Consuelo
Araujonoguera, Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona Martínez y un
grupo de amigos que crearon en 1968 el Festival de la Leyenda Vallenata.
De igual manera, se reconoce el inmenso aporte del escritor Gabriel
García Márquez, quien a través de sus notas periodísticas y sus libros
lo patentó a nivel mundial.
La
gran salida del folclor vallenato comenzó un mes de abril hace 50 años,
cuando se reunieron en la plaza Alfonso López de Valledupar ocho
acordeoneros y una acordeonera: Gilberto Alejandro Durán, Ovidio
Granados, Luis Enrique Martínez, Alberto Pacheco Balmaceda, Emiliano
Zuleta Baquero, Abel Antonio Villa, Antonio ‘Toño’ Salas, Alcides Moreno
y Fabri Meriño, quienes buscaron la primera corona en el concurso de
acordeoneros.
Carta profética
La
profecía de Consuelo Araujonoguera escrita en su columna ‘Carta
Vallenata’ de El Espectador, el viernes ocho de marzo de 1968,
exactamente 50 días antes de iniciarse el primer Festival donde se
coronó como Rey Vallenato Gilberto Alejandro Durán Díaz, se está
cumpliendo al pie de la letra. ‘La Cacica’ dijo: “El vallenato con el
tiempo se impondrá en el mundo”.
En
el mes de abril se dibuja el círculo eterno del retorno donde figuran
juglares, Reyes Vallenatos y esa amplia familia del folclor que a través
de sus acordeones, cajas, guacharacas, cantos y versos le pone la nota
precisa a una música que nació en los corrales y, que hoy es la mayor
carta de presentación musical de Colombia ante el mundo.
La
misma ‘Cacica’ lo señaló: “Para sacar adelante el Festival de la
Leyenda Vallenata han sido indispensables noches de insomnio y días sin
descanso para poder hacer todo lo que está hecho, pero hoy podemos decir
que pese a que la tarea no está concluida, hemos logrado rescatar parte
importantísima de nuestro pasado histórico, y echar las bases de lo que
ahora es, sin discusión, la mejor imagen de Valledupar, de lo que los
vallenatos somos y representamos ante Colombia y el mundo. El Festival
de la Leyenda Vallenata es una poderosa fuerza cultural de hondas raíces
y de grandes proyecciones que no podrá dejarse perecer”.
El acordeón
El
acordeón, instrumento vital para la interpretación de paseos,
merengues, sones y puyas ingresó por Riohacha, La Guajira. Precisamente,
en el libro ‘Vallenatología’, publicado en 1973, su autora Consuelo
Araujonoguera reseña: “Cuando los acordeones llegaron a la Alta Guajira,
presumiblemente a mediados del siglo pasado (1850 o 1854), ya los
guajiros contaban con sus propios medios de expresión musical, y por lo
tanto es probable que rechazaran un instrumento foráneo como el
acordeón, el cual siguió su paso hacía otras regiones como las que ahora
se llaman Media y Baja Guajira, y más concretamente hacía la provincia
de Valledupar donde se asentó y se quedó definitivamente”.
También
hace referencia a los primeros acordeoneros de esta amplia zona del
país y, cita a José León Carrillo, Cristóbal Lúquez, Abraham Maestre,
Agustín Montero, Francisco Moscote (Francisco El Hombre), Eusebio
Zequeira, Ramón Zuleta, Fortunato ‘Fruto’ Peñaranda, Francisco ‘Chico’
Sarmiento, Luís Pitre, Francisco Irenio ‘Chico’ Bolaños, Juancito López,
Fortunato Fernández, Fulgencio Martínez, Juan Muñoz, Eusebio ‘El Negro’
Ayala, Francisco ‘Pacho’ Rada y Carlos Araque. “A partir de aquí
comienza la generación de los costumbristas, que tuvo sus precursores en
Emiliano Zuleta Baquero y Lorenzo Morales Herrera”.
Carta internacional
Cuando
el departamento del Cesar se alista para celebrar sus 50 años de
creación, y el Festival de la Leyenda Vallenata ya prepara la fiesta que
rendirá los máximos honores a sus creadores es meritorio recordar que
la música vallenata ha llegado a los más distinguidos escenarios de
Europa, Asia y África.
De igual
manera, la música primigenia que nació en los corrales de vaqueros y
mulatos cuenta con una categoría en los codiciados Premios Grammy, su
presencia es de carácter obligatorio en los más importantes eventos de
Latinoamérica, y los canales privados de la televisión colombiana se
disputan el rating con seriados basados en la vida y obra de
protagonistas de la música interpretada con acordeón, caja y guacharaca.
La
auténtica música vallenata tomó mayor auge con la creación del Festival
de la Leyenda Vallenata que ha sido su mayor vitrina y más cuando se
declaró la canción ‘Ausencia sentimental’, ganadora en 1986, como himno
del certamen porque tiene sabor a parranda, a música, a encuentro con
amigos, a nostalgia, al balneario Hurtado; ingredientes que la
incrustaron en el corazón del pueblo.
“El que nunca ha estado ausente no ha sufrío guayabo
hay cosas que hasta que no se viven no se saben,
creo escuchar en el aire un paseo bien tocado
deliro esperando que alguien me llame del Valle”.
Todo
lo indicado llega a su cauce con la declaratoria del vallenato como
Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, que es el sello para
los bellos cantos que se han paseado por los oídos del mundo llevando
ese mensaje de estos pueblos que a base de acordeón, caja y guacharaca
se volvieron universales.
JUAN RINCÓN VANEGAS
Jefe de Prensa
Fundación Festival de la Leyenda Vallenata
Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’
Cel. 3116563824 – 3182406485 – Twitter @juanrinconv
Valledupar – Cesar – Colombia




